lunes, noviembre 25, 2024

Cajita

Tanto tiempo, tanta vida y tanto que se quedó guardado en esa cajita

 

martes, noviembre 12, 2024

Olor a tu tierra

El día que llegamos a tu pueblo tuve un muy clara memoria que me hizo llorar. Fue un olor.

Fue el olor a tierra de tu pueblo. La humedad en el aire. El calor sofocante. Las hierbas húmedas y su olor desprendido, casi hervido por el sol.

Me recordó tanto a ti. A la casa de los abuelos. A la comida, al café, al pan...

A ti en tu playera blanca de siempre.


Fuimos el 1 de noviembre. Para llevarte una última vez a tu casa. Para pasear tus cenizas por última vez.


Cuarta carta a mi papá

 Ya va a ser un mes de que te fuiste. Parece que fue mucho más tiempo.

Fueron unas semanas muy largas, entre esperar a que terminara el novenario tomó tiempo y luego los trámites de defunción pasaron tres semanas, y al fin, a penas hace unos días ya te dejamos descansar. Ya pusimos, pusieron, porque yo no estuve, tus cenizas en el nicho que escogimos.

Ya descansas en paz. Que era algo que yo ansiaba.

Quería que todo terminara para poder llorar yo solo. Para sufrir el duelo a mi manera. Y así lo intenté, así  lloré cuando llegué a Canadá. Cuando regresé al departamento y me acordé de ti. Lloré cuando vi tu foto, lloré cuando escuché algunas canciones que me recordaron a ti.

Pero creo que ya se me agotaron las lágrimas. Y no es por falta de cariño, tenlo aseguro. Te quise mucho, te quiero y me acuerdo de ti.

También tengo miedo de acordarme y hacer memoria de ti y no tener muchas cosas en mi cabeza. 40 años y no tener nada sería una desgracia.

Tal vez debiera escribir esas memorias para retenerlas y para llorar y llorar.